Peregrinación a San Juan de Dios en Granada
Dentro de nuestras actividades con motivo del Año de la Fe y como estaba previsto y con total puntualidad el pasado sábado 20 de octubre, los 30 peregrinos partimos hacia Granada donde llegamos sobre las 12 del mediodía, tras haber hecho una pausa en el camino para desayunar.
Instalados en el hotel partimos hacia la Cripta del Beato Leopoldo de Alpandeire donde pudimos tener un rato de oración personal.
Tras el almuerzo todos juntos y un breve espacio de reposo a las 15,30 partimos hacia la Catedral donde nos esperaba la Delegada Diocesana de Enseñanza de Granada, Doña Paloma Suarez, y el profesor D. Diego Quesada que sería nuestro cicerone en las visitas de la tarde.
Tanto en la Catedral como posteriormente en la Capilla Real pudimos disfrutar de las eruditas y amenas explicaciones de Diego quien también nos acompañó a la Casa de los Pisa, Museo de San Juan de Dios, donde nos colocó en presencia del santo con sus explicaciones. En esta casa, donde murió San Juan de Dios el día 8 de marzo de 1550, pudimos visitar la estancia donde tuvo lugar su fallecimiento y donde pudimos rezar y reflexionar sobre ese gran testigo de la fe, motivo de nuestra peregrinación.
La lluvia nos acompañó toda la jornada que concluyó tras la última visita mencionada, pudiendo los peregrinos disfrutar de la ciudad de Granada y cenar tapeando como es costumbre.
Ya el domingo por la mañana y tras el desayuno en el Hotel partimos hacia la Basílica de San Juan de Dios donde fuimos acogidos por el hermano Gabriel Torres, OH y escuchar las explicaciones sobre la misma que nos ofreció el hermano José Lacal, OH. En el Camarín donde se encuentran los restos del santo tuvimos una oración basada en la novena del mismo y que incluye textos de sus cartas. A las 11,30 participamos en la Eucaristía en la misma Basílica, de donde partimos hacia el hotel para tomar el autobús de regreso.
A media tarde llegamos a nuestros lugares de origen, después de haber parado en Santa Fé para poder comprar los famosos piononos y almorzar en ruta.
El ambiente de convivencia y la relación fe-cultura que ha estado presente en esta peregrinación hace que los peregrinos estén ya pensando en la próxima, ya el año que viene.