Nota de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura
El Proyecto de Ley de Educación –de la LOMLOE–, que ha sido publicado en circunstancias tan extraordinarias como las de un “estado de alarma”, afecta sin duda a toda la sociedad, verdadera protagonista de la educación, de la que formamos parte como Iglesia católica. Por ello, consideramos responsabilidad nuestra participar en el debate público en orden a su tramitación.
Punto de partida es, sin duda, el compromiso con este bien inmenso que es la educación, uno de los tesoros más valiosos de la sociedad, pues afecta a la vida de los seres más queridos y, de muchas maneras, al futuro de todos.
Tras examinar con atención el actual Proyecto de Ley, nos parece tener que insistir en la necesidad de proteger y promover el derecho a la educación y la libertad de enseñanza, tal como se explicitan en la Constitución y en su interpretación jurisprudencial.
Nos preocupa que se recojan plenamente las consecuencias de estos principios en la nueva Ley, y en primer lugar el respeto por la responsabilidad y los derechos de los padres en la educación de los hijos. Si el Estado tiene una tarea principal en la defensa y la promoción del bien de la educación para todos, no es sin embargo el sujeto del derecho educativo.
En este mismo sentido parece necesario que, a diferencia del actual Proyecto, la futura Ley siga recogiendo la “demanda social” en todas las etapas del proceso educativo, desde la libertad de elección de centro escolar, que incluye la gratuidad de la enseñanza sin discriminaciones, al trato en igualdad de condiciones de los diversos centros y a la libertad para su creación.
La formación integral es un principio educativo recogido también por la Constitución. En consecuencia, no puede excluirse del ámbito escolar la educación de la dimensión moral y religiosa de la persona, de modo que ésta pueda crecer como sujeto responsable y libre. En este ámbito de conocimientos se sitúa la asignatura de Religión, como es habitualmente reconocido en los sistemas educativos europeos.
Queremos insistir en que esta asignatura no puede plantearse de manera ajena a la identidad cultural, moral y religiosa de la persona. Pues esta identidad forma parte esencial de la realidad a cuyo conocimiento la escuela ha de introducir a la persona concreta. Conocer y comprender la propia realidad es el método adecuado para poder luego actuar con libertad.
La persona, además, no existe nunca como individuo aislado, sino como miembro de un pueblo, partícipe de una cultura, de una tradición. La cual, en el caso de nuestra sociedad, como en el de los diferentes países europeos, no se entendería sin conocer y comprender la fe cristiana.
La asignatura de Religión católica es una respuesta a estas exigencias en el caso de la mayoría del alumnado. Ciertamente puede ser integrada de varios modos en el área de conocimiento que le corresponda en el currículo, de modo que no se generen para nadie agravios comparativos. De igual manera, habrá de respetarse el conjunto de exigencias propias de su presencia en el ámbito escolar, relativas a la metodología o al estatuto del profesorado. Pero no debe ser considerada ajena al proceso educativo. Por ello, debe ser una asignatura comparable a otras asignaturas fundamentales y, por tanto, evaluable de igual manera.
Estos derechos y libertades, estos bienes relativos a la educación, recogidos en la Constitución, han sido también confirmados en varias ocasiones por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Están contenidos igualmente en los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede.
Del mismo modo que es importante el diálogo y la participación de todos, no podemos dejar de tener en cuenta el marco jurídico fundamental, que, defendiendo los derechos y libertades fundamentales, constituye la base no sólo de nuestro “pacto social”, sino también de un muy deseable “pacto escolar”.
La presencia de la Iglesia, del “pueblo católico” en nuestra sociedad es grande, y ha desarrollado una tradición educativa secular. Creemos que ha sido y deseamos que siga siendo una riqueza de nuestra sociedad, que posibilite el crecimiento, la libertad y la pluralidad de la propuesta educativa y, sobre todo, que sirva así al bien de los alumnos, las familias y toda la sociedad.
Creemos que estos grandes bienes justifican suficientemente todo esfuerzo de diálogo y de colaboración leal en el proceso de preparación de la nueva Ley de Educación, para el cual ofrecemos nuestra plena disponibilidad.
17 junio 2020
La etiqueta #ParemosLaLeyCelaa consigue ser trending topic
La iniciativa #ReliEsMas logra que decenas de miles de personas reivindiquen al unísono la paralización de la nueva Ley de Educación
La LOMLOE, que se tramita a ritmo acelerado durante la pandemia del COVID-19, arrincona una asignatura que cursan 3,3 millones de niños en España, el 61% de los del sistema educativo
La iniciativa #ReliEsMas, que aglutina a padres, profesores, cerca de medio centenar de Delegaciones Diocesanas de Enseñanza, entre las que está la de Asidonia-Jerez, y distintas entidades del ámbito educativo de toda España que promueven la valoración de la asignatura de Religión en el ámbito escolar, ha conseguido su objetivo de ser trending topic en Twitter con la etiqueta #ParemosLaLeyCelaa. Decenas de miles de personas han reivindicado por segunda vez (la primera quedada digital fue el 4 de mayo) que se retire la LOMLOE, una ley de Educación que el Gobierno tramita sin consenso y a ritmo vertiginoso durante la pandemia del COVID-16 y que arrincona una materia que en España cursan 3,3 millones de alumnos. Hoy, a las 18h. habrá una segunda oportunidad para visualizar en la red social y con las mismas etiquetas el descontento de la sociedad española con esta normativa.
Con la LOMLOE el Gobierno de España rebaja el derecho de las familias de educar a sus hijos conforme a sus propias creencias y convicciones. España en su Carta Magna había alcanzado un consenso en materia de educación que viene reflejado especialmente en sus artículos 16 y 27 y que, ahora, puede romperse de manera unilateral.
En medio de una crisis sanitaria, social y económica la Sra. Celaá, Ministra de Educación, tramita en el Parlamento su propuesta de ley educativa, generando una polémica innecesaria, sujeta a ideología y carente del necesario consenso educativo, social y político. Ante un panorama incierto es deseable que la llamada reconstrucción nacional se apoye en una nueva configuración educativa que no expulse a nadie del sistema e integre las diferentes sensibilidades con respetuosa armonía.
La propuesta ministerial sin embargo perjudica particularmente a la enseñanza de la Religión en la escuela, aplicando un laicismo excluyente ajeno a la Constitución y contrario a la demanda de las familias que, solo en el modelo de confesionalidad católica, alcanza cerca de 3.300.000 millones de alumnos, más del 61% del total de los alumnos del sistema educativo. Si la escuela persigue la educación integral no cabe otra posibilidad que ofrecer la asignatura de religión en condiciones dignas. De no ser así, se hurtaría el derecho básico que todo alumno tiene de adquirir las herramientas necesarias para comprender el mundo desde una perspectiva transcendental e integradora.
La inexistencia de un Pacto de Estado hace que la educación vuelva a estar sometida a los vaivenes ideológicos de los partidos de turno, en este caso del PSOE y Unidas Podemos que intentan sin miramiento arrinconar la asignatura de religión rebajando su carácter académico. En Europa se imparte religión de modo estable y regular, con una carga lectiva semanal digna que permite su estudio normalizado. Una vez más, el Gobierno evita fijarse en Europa o en los países que tienen un alto grado de éxito escolar como es el caso de Finlandia, Dinamarca, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Suecia, Reino Unido o Alemania.
Proponemos que la asignatura de religión esté presente en el marco escolar sin tensiones, posibilitando así a los padres el ejercicio de su derecho a educar a sus hijos conforme a sus propias creencias y convicciones. Es necesario pues habilitar una solución de consenso que permita la posibilidad de elegir libremente esta asignatura, con una carga lectiva digna y con una asignatura alternativa de carácter académico, con el valor de la evaluación como criterio pedagógico imprescindible y que sea computable para la media y el acceso a becas.
En el nuevo paradigma al que nos conduce el COVID-19, las grandes cuestiones existenciales vuelven a adquirir carta de ciudadanía: el sentido de la vida, del sufrimiento, de la muerte, la dignidad de la persona, la solidaridad, el bien común… Todas esas preguntas adquieren respuestas desde las propuestas antropológicas y éticas ofrecidas en la asignatura de Religión desde sus diferentes perspectivas confesionales.
Tras esta masiva manifestación en redes, desde #ReliEsmas se espera que la ministra busque el consenso de las mayorías y no simplemente el equilibrio aritmético parlamentario.
La Delegación Diocesana de Asidonia-Jerez participa en la quedada twittera contra la LOMLOE
La Delegación Diocesana de Enseñanza de Asidonia-Jerez se ha sumado a una iniciativa nacional de repulsa contra la LOMLOE, la conocida como “Ley Celaá”, con una campaña el día 4 de mayo de 2020 en Twitter que ha alcanzado el Trending Topic en la red social con más de 105.000 tweets. En esta “Quedada Digital” han participado también agrupaciones de diferentes tipos, así como particulares que no comparten ni las formas ni el fondo de la propuesta ministerial. Todos ellos han reclamado la paralización de la ley con el hastag “#StopLeyCelaa”.
Lo que más extraña a los participantes de esta iniciativa es que en estas circunstancias de confinamiento, la Ministra Celaá pretenda implantar con nocturnidad una ley que merece ser dialogada con todas las fuerzas políticas y estudiada con sosiego, más si cabe ahora que lo que está por venir, la llamada “nueva normalidad”, es un periodo incierto y requerirá la modificación de estrategias educativas y el replanteamiento del modelo.
La Ley, desde el punto de vista de las instituciones promotoras de esta protesta digital, merece ser consensuada para perfilar un marco general que soporte la educación de varias generaciones. Recuerdan los promotores, algunas Delegaciones Diocesanas de Enseñanza, que esta sería la 8ª ley educativa de la democracia, detalle que demuestra la inestabilidad del sistema y la necesidad de alcanzar un gran pacto educativo.
Las asociaciones, federaciones, profesores, colegios, sindicatos, patronales así como los particulares que, juntos, han alcanzado la condición de Trending Topic, exigen también que se perfile una ley que respete los derechos fundamentales de diferentes colectivos, especialmente la libertad de elección de centros, el mantenimiento de los centros de educación especial y la dignificación de la clase de religión, ámbito este último que también se ha reforzado con el #ReliEsMas, que ocupó puestos muy relevantes en el ranking de Twitter, la conocida red social que hoy ha exigido a la ministra un gran pacto político para dar estabilidad a la escuela.
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