¡ENVIADOS!
Toda la familia diocesana dedicada a la enseñanza concibe su labor como una misión de la Iglesia para transmitir los valores evangélicos. Así, nadie va por libre, nadie enseña en su nombre, todos asumimos esta tarea con un profundo sentido de comunión. Y eso es lo que vivimos el pasado sábado 30 de septiembre en la Eucaristía de comienzo de curso presidida por nuestro Señor Obispo.
Iniciada a las 11 de la mañana, la asamblea estaba nutrida por miembros de diversos organismos diocesanos y agentes de pastoral, con amplia presencia del profesorado de religión católica de la Diócesis. En un clima alegre y en el contexto de la liturgia, lugar privilegiado de encuentro con Dios, Mons. D. José Rico Pavés insufló de ánimo con sus palabras a quienes habíamos de ser enviados a la labor de impartir la asignatura de religión. En su homilía desarrolló varias líneas maestras para hacer de dicha tarea una verdadera experiencia eclesial basada en el amor y la generosidad: la confianza plena en la fuerza del Espíritu Santo, la importancia de nutrirnos de Él en nuestras celebraciones cristianas o el estudio y la escucha de la Palabra de Dios como motor de nuestra profesión fueron algunas de ellas. Y como no, la valiosísima intercesión de la Santísima Virgen, ejemplo de discípula siempre atenta a la voluntad de Dios y a las necesidades de sus hijos, que nos lleva a asumir como principio las palabras con las que nuestro Obispo culminaba su intervención: ¡Todo con María, nada sin ella!
Tras haber participado en la mesa del Señor, D. José procedió a realizar la oración de envío y, posteriormente, escenificó el gesto entregando a nuestro Delegado Diocesano de Enseñanza, D. Pedro Yedra, los preceptivos documentos que certifican la Missio Canonica de cada profesor. D. Pedro, a su vez hizo entrega de los mismos a nuestros coordinadores de zona a los pies del presbiterio, quienes se encargaron de entregarlo a los profesores de educación infantil, primaria y secundaria de la Diócesis.
Fue una jornada enriquecedora en la que vivimos momentos de encuentro y compartimos nuestras impresiones del comienzo de curso con los compañeros.
Desde estas líneas agradecer a nuestro Obispo la confianza depositada en nosotros así como a todos los actores que hicieron posible la celebración. Afrontamos el curso con ilusión y conscientes de lo que significa haber sido ¡ENVIADOS!